sábado, 11 de abril de 2015

Juan Vidal, A girl named Alex.


 
Labios de fresa, sabor de amor… aquella famosa canción, de la que estoy seguro recuerdas todavía perfectamente la letra, estaría hoy dedicada a Álex. Porque conocer a esta chica es amarla directamente y sin miramientos. ¿Que aún no sabes quién es ella? Pues sigue leyendo.

 




 


Cuenta la leyenda que de vez en cuando surge un genio, no de una lámpara, pero sí de entre las agujas, y respaldado por la trayectoria vertiginosa que está llevando, no tengo ningún reparo en decir que este genio en cuestión es el diseñador Juan Vidal.
 



Para esta temporada de solecito que es y será (más vale) la primavera-verano de 2015, Juan y todo su equipo nos presentaron a su última encarnación del ideal femenino con su colección A Girl Named Alex (una chica llamada Álex), en cuya campaña el fotógrafo Erik Von Frankenberg y la modelo portuguesa Sigrid Vieira se encargan de darle vida.
Colección que pude ver con todo detalle cuando vinieron también a presentarla en París.


 

Teniendo como punto de partida aquella original chaqueta que lucía el cantante Paul McCartney cuando interpretó el tema “Strawberry fields forever”, el creativo ilicitano recrea en su propuesta una sutil mezcla entre rock & roll y aires naifs, en la que lo masculino y femenino se funden perfectamente.

 

Con unas líneas de espíritu retro revisitadas de una manera mucho más actual, pudimos ver trajes sastre exquisitamente estructurados con chaquetas smoking, que se acompañan de pantalones en tres versiones: bermudas holgados, pantalones largos amplios o pitillo de estilo deportivo.

 

Las camisas masculinas se transforman en maxi vestidos sensuales y tremendamente femeninos, y además de abrigos ligeros o impolutas chaquetas perfecto, vemos blusas y vestidos cortos de apariencia colegiala con diversos cuellos (caja, camiseros o halter), e incluso el último de ellos, una exquisitez para la fiesta salpicada de incrustaciones joya y con la espalda recordando a las históricas obras de la pintura de Watteau. Cómo descontextualizar una idea y hacer que salte siglos en el tiempo para hacerla tremendamente contemporánea en un instante. Bingo.

 


Los materiales como la napa, el gazar de seda, el popelín, el lúrex, raso de algodón o el Jacquard de lino (algunos tratados con elastómeros para comodidad de las prendas), se ven salpicados de flores, rayas y una plantación de miles de fresas en varios tonos de las que a pesar de todo, no llegas a saturarte visualmente sino que refrescan el look haciéndolo más apetitoso. Sorpresa también en el tratamiento de la cara de un nuevo tejido Príncipe de Gales cuya cruz es una explosión de amarillo.

 

Si la gama de colores utilizada además del blanco y el negro son más que apropiadas para la temporada (rosa, amarillo, azul), muchas prendas se ven realzadas también por multitud de cremalleras metálicas, bordados brillantes o incrustaciones de cristal realizadas a mano para sublimar aún más el descaro de la propia Álex.

 

El toque final del look lo proporciona la serie de accesorios como son los bolsos pochette y los grandes tipo petate en piel plastificada y estampada con la fruta protagonista y los botines de alma punk blancos o negros pero depurados hasta la esencia, porque Álex pisa fuerte y no necesita más.

Labios de fresa, sabor de amor… ya te lo había dicho.

 

2 comentarios:

Maite dijo...

Pulpa de la fruta de la pasión...me encanta! Y Juan Vidal por supuesto también!

Cheska dijo...

Una colección maravillosa, me encanta!!